Kelsen escribiu:Y si os digo que para mi este debate entronca con el tema de la cantera? de la pérdida dela identificación del aficionado local par abuscar "objetivos mayores" más ficticios que pontenciales...
En mi opinión esto es una derivada de "odio al futbol moderno#" al cien por cien, pensar en mercados y chorradas semejantes yo se lo dejaría a los que quieren hacerse ricos, con que el Celta esté bien gestionado y piense más en sobrevivir que en crecer me doy por satisfecho -esto así dicho puede parecer muy grueso, pero hay que tener en cuenta que en los últimos 20 años hemos estado a punto de desaparecer un par de veces o tres-.
Vamos, que mi máximo respeto a todas las culturas del mundo, pero es que este es un club local que ni hegemonía tiene en su entorno provincial y gallego como para precocuparse por lo que piensen aficionados de Dar el Salaam; si alguien quiere ser del Celta, o interesarse por el Celta o comprar la coquilla escortal protectora del Celta, tiene que aceptar al Celta y su escudo.
Ante reflexiones semejantes: Dódne quedó aquello de 100% Vigo? ahora pasaremos a 100% money?
Igual que vender a un canterano por una buena pasta a las primeras de cambio puede ser un buen negocio; cambiar el escudo por la posibilidad de mercados internacionales puede ser un buen negocio. Pero es que esto hasta donde yo pensaba no era un negocio, evidentemente el equivocado soy yo y el que tiene razón es Mendes y su 0,9% de aportación al PIB de Portugal, pero vamos a resistirnos un poquillo no?
Yo no me cambiaria ni de calzoncillos por que alguién me diera pasta, cuando menos de escudo, o de nombre.
PD. otro debate es que la cruz de SANTIAGO es un símbolo de reconquista, para unos lucha contra una religión, para otros lucha contra un invasor ilegítimo...se podría debatir.
Me parece muy interesante este tema, aunque no esté de acuerdo. Lamentablemente, y destaco esto de lamentable, hoy en día vivimos en un mundo deportivo en que la pasta y el marketing son básicos. Si queremos fichar buenos jugadores, o queremos retener a nuestras estrellas, necesitamos poder y atractivo, o en su defecto, dinero. Nos guste o no, el mundo se mueve así, y el deporte también. Es un negocio, dado que es profesional.
Podemos asumirlo e intentar hacerlo lo mejor que podamos, o enquistarnos en posiciones románticas y resignarnos a ser un equipo del montón que sabe dios en que categoría termina, porque el ritmo es ese, a buscar una expansión cada vez mayor. Que seamos pequeños no quiere decir que no debamos buscar nuestro espacio.